Los mejores consejos para tratar la conjuntivitis
Seguro que en alguna ocasión has sufrido conjuntivitis. Esta es una de las enfermedades más comunes relacionadas con los ojos. ¿Sabes a quién afecta más? Sobre todo, a personas que por sus trabajos o estilo de vida tienen un contacto estrecho con otras. Por ejemplo, personal médico, niñeras, profesores de infancia, etc.
El tratamiento de la conjuntivitis puede variar según su causa y, en la mayoría de casos, recetamos medicamentos en forma de gotas o pomadas oculares para atacar la afección de forma precisa y efectiva.
Los tratamientos empleados para curar la conjuntivitis son:
- Conjuntivitis bacteriana: este tipo de conjuntivitis está causada por una infección bacteriana que puede provocar secreciones amarillentas en el ojo, legañas, dolor ocular, lagrimeo e inflamación en los párpados. El tratamiento más habitual para tratar la conjuntivitis bacteriana son antibióticos y antiinflamatorios en gotas. También es posible recetar lágrimas artificiales para aliviar las molestias.
- Conjuntivitis vírica: la conjuntivitis viral puede estar causada por un virus como el de la gripe. Suele ser muy contagiosa y puede desaparecer por sí sola con el paso de los días sin necesidad de tratamiento. En casos graves, el tratamiento para la conjuntivitis vírica va más enfocado a aliviar los síntomas que a atacar directamente el patógeno. Habitualmente se administra un colirio antibiótico (para evitar sobreinfección bacteriana) y colirios antiinflamatorios (para reducir el componente inflamatorio). Aplicar compresas frías en los ojos es de gran ayuda para aliviar los síntomas.
- Conjuntivitis alérgica: la conjuntivitis alérgica ocurre cuando los ojos entran en contacto con algún factor alérgeno, como el polen. El tratamiento de este tipo de conjuntivitis consiste en administrar antihistamínicos en gotas o por vía oral para detener la liberación de histamina en el organismo, sustancia responsable de los síntomas de la mayoría de las reacciones alérgicas.
Para prevenir la conjuntivitis recomendamos poner en práctica las siguientes acciones:
- Es sumamente importante lavarse y/o desinfectarse las manos antes de tocar los ojos.
- No tallar o frotarse los ojos, ya que al hacerlo se puede desgastar la córnea.
- Evitar compartir objetos de uso personal como toallas, lentes de sol, maquillajes, entre otros.
- En piscinas, playas o mares es esencial no abrir los ojos cuando se está bajo el agua y preferentemente utilizar gafas de natación o goggles.
- Tener una buena hidratación tanto interna (bebiendo suficiente agua) como externa mediante el uso de lágrimas artificiales, toda vez que contribuyen a mantener la flexibilidad de las membranas intraoculares.
- Si se utilizan lentes de contacto la higiene debe ser adecuada para evitar que se contaminen con bacterias que provocan infecciones en los ojos.
- Limpiar bien los párpados con un hisopo y una solución jabonosa específica de esta zona, dos veces a la semana o tras haber estado en la piscina o playa.
- No conducir con las ventanas abiertas durante los días de mucha polinización. De igual modo, mantener las ventanas del hogar cerradas.
- Mantener la casa limpia, preferiblemente con aspiradora, para prevenir la acumulación de ácaros del polvo doméstico.
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