Cómo prevenir la retención de líquidos

Mujer tomando agua
La retención de líquidos es una afección que se manifiesta en diferentes partes del cuerpo y es la causa principal de la celulitis edematosa, una de las más difíciles de tratar y que puede ser dolorosa, así como de un abdomen abultado que no disminuye ni haciendo ejercicio o las bolsas bajo los ojos.

El sistema linfático es el que se encarga de drenar los fluidos de los órganos a la sangre, pero a veces estos no se eliminan de forma adecuada y los líquidos y las toxinas se quedan en los tejidos, entre las células, y se produce la temida retención de líquidos, que puede llegar a una ganancia de dos o tres kilos más, explican desde el centro Felicidad Carrera.

Formas de combatir la retención de líquidos:
  • Reduce el consumo de sal: La sal es una de las mayores responsables de la acumulación de líquido, así que debes tener cuidado con los alimentos salados y las comidas ricas en sodio. Echa el freno con los embutidos y los productos procesados, que tienen abundante sal, y huye directamente de patatas fritas y snacks similares. Unos frutos secos te sentarán mucho mejor. Las bebidas azucaradas y la bollería industrial tampoco son nada aconsejables. Por el contrario, los alimentos ricos en potasio, como plátanos, acelgas, aguacates y espinacas te ayudarán a contrarrestar el efecto de la sal.
      
  • Ordena tus comidas: Desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo. Seguir ese famoso y antiguo consejo te servirá para luchar contra el exceso de líquidos en tu cuerpo manteniendo una alimentación rica y equilibrada. Evita a toda costa las cenas pesadas y sustitúyelas por cremas de verduras o batidos de frutas, que dan una buena digestión. Por lo que se refiere a tu real desayuno, es mejor que los lácteos sean desnatados y los cereales sean integrales. Toma leche de almendra, soja o avena y añade alguna fruta que, como la piña, el melón o la sandía, tenga propiedades depurativas.
       
  • Bebe agua frecuentemente: Es importante que bebas a diario entre un litro y medio y dos litros de agua. No es difícil si tienes siempre una botella al lado y vas dando sorbitos poco a poco, sin esperar a tener sed. Para darle un poco de variedad a tu hidratación, puedes recurrir a los batidos de frutas y las cremas vegetales.
      
  • Mantén la actividad física: El ejercicio físico es indispensable e insustituible. Puedes hacer senderismo, aprovecharte de los beneficios de la natación, bailar o elegir cualquier otra alternativa para no pasarte el día con el culo pegado a una silla. Es preciso para que tu sistema linfático se active y comience a expulsar los líquidos y las grasas retenidas. Si tu trabajo te obliga a estar sentado mucho tiempo, levántate y pasea un poco al menos una vez cada hora.
       
  • Alimentación: Darle preferencia al consumo de frutas, verduras frescas, pescados, carnes magras y frescas ante la carne roja. En definitiva, una dieta baja en sodio puede ayudar mucho a evitar la retención de líquidos. Sin embargo, han de ponerse en práctica otros hábitos de vida saludables para que sea posible apreciar mejoras.
      
Más allá de que los citados hasta el momento constituyen factores claves para prevenir este problema, también podemos agregar algunos más a la lista.

Por ejemplo, es conveniente tomar té y algunas infusiones de hierbas que tengan efectos diuréticos, como la infusión de diente de león, cuyos potenciales efectos fueron probados parcialmente por un estudio publicado por la revista Journal of Alternative and Complementary Medicine.

Asimismo, un estudio publicado en la revista South African Medical Journal explica que la postura también ocuparía un rol esencial. No se recomienda permanecer durante mucho tiempo sentado; si por razones de trabajo debes hacerlo, puedes pararte regularmente para estirar las piernas y dar una pequeña caminata por la oficina.

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