Trastornos de la articulación temporomandibular

Doctor con una paciente
Los trastornos de la articulación temporomandibular, también conocidos como disfunción temporomandibular o disfunción craneomandibular, (DCM), son un conjunto de alteraciones relativas a la articulación temporomandibular y las estructuras anatómicas que la rodean, que son causa de dolor de cabeza (cefalea) y trastornos faciales dolorosos de diversa intensidad que afectan un porcentaje importante de la población. La Asociación Dental Americana prefiere el uso del término trastornos temporomandibulares, dado que muchos de estos trastornos no están originados en la articulación temporomandibular.

Estos trastornos se manifiestan habitualmente con dolor crónico de cabeza o de la cara. El dolor puede producirse al abrir o cerrar la boca y suele acrecentarse con el uso de la mandíbula (masticar, cantar, hablar). El origen del dolor puede ser alguna alteración en la estructura músculoesquelética de la articulación temporomandibular, dolor neuropático episódico (por ejemplo, neuralgia del trigémino) o continuo, y enfermedades neurovasculares como la migraña.

La articulación temporomandibular puede ser afectada por enfermedades inflamatorias, traumáticas, infecciosas, congénitas, del desarrollo y neoplásicas; sin embargo, la causa más común corresponde a un grupo de trastornos funcionales que generan dolor, más frecuentemente en mujeres, y que se conoce como síndrome de «disfunción dolorosa de la articulación temporomandibular», «trastornos de la articulación temporomandibular» o simplemente «disfunción temporomandibular».

Este síndrome se define como un subconjunto de los problemas craneofaciales dolorosos, caracterizado por el compromiso de la articulación temporomandibular, los músculos de la masticación y las estructuras anatómicas asociadas. Los pacientes que lo padecen, se presentan comúnmente con dolor, movilidad mandibular alterada y sonidos en la articulación temporomandibular.

Diagnóstico
  • Anamnesis del paciente.
  • La exploración se basa en la medida del movimiento articular, en la evaluación de la función témporo-mandibular, y en la palpación de los músculos y de la articulación. Las mediciones se realizan entre los incisivos superiores e inferiores en la apertura y los movimientos laterales de la mandíbula.
La palpación del músculo y de la articulación es necesaria para determinar tanto la condición muscular como articular, cuyas alteraciones, especialmente dolorosas, se presentan en el síndrome miofascial.

El dolor articular, la limitación en los movimientos y la debilidad articular son evidencia de la presencia del trastorno.

Tratamiento
El tratamiento suele ser multidisciplinario.
  • Equlibrado Oclusal9​
  • Férulas de descarga: existen dos tipos fundamentales aceptados por la AAOP, férula de estabilización mandibular y férula de adelantamiento mandibular.
  • Autocuidados mandibulares.
  • Fisioterapia mandibular.
  • Tratamiento farmacológico (analgésicos, ....).
  • Infiltraciones en la ATM o en la zona cráneo-cervical:10​ Uso de sustancias regeneradoras de las articulaciones como el plasma rico en factores de crecimiento (PRGF-Endoret), anestésicos, corticoides, toxina botulínica (botox)..
  • Cirugía de la ATM: artrocentesis, artroscopia,... La cirugía solo está indicada en casos extremos que no respondan a tratamiento conservador.
  • Técnicas de relajación y psicoterapia.

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