Mamografía

Mamografía
La mamografía o mastografía consiste en una exploración diagnóstica de imagen por rayos X de la glándula mamaria, mediante aparatos denominados mamógrafos (en dosis de alrededor de 0,7 mSv). Estos aparatos disponen de tubos de emisión de rayos X especialmente adaptados para conseguir la mayor resolución posible en la visualización de las estructuras fibroepiteliales internas de la glándula mamaria.
Los inicios de la mamografía o mastografía como método radiológico se remontan a 1913 cuando Alberto Salomón, cirujano alemán,  fue el primero en usar la radiografía para estudiar el cáncer de mama y es considerado el inventor de la radiología mamaria; radiografiaba piezas de mastectomía (que se había extraído de 3.000 pacientes) para determinar la extensión del tumor, distinguir la diferencia entre los no cancerosos y los cancerosos y sus múltiples tipos1​.

En 1930, el médico y radiólogo estadounidense Stafford L. Warren publicó "A Roentgenologic Study of the Breast", un estudio en el que produce imágenes de rayos X estereoscópicas para rastrear los cambios en el tejido mamario como resultado del embarazo y la mastitis. En 119 mujeres que posteriormente se sometieron a cirugía, encontró correctamente el cáncer de seno en 54 de 58 casos.
En 1945 Raúl Leborgne en Uruguay le dio impulso al método, desarrolló la técnica de compresión mamaria para producir imágenes de mejor calidad y caracterizó las micro calcificaciones.

Diez años más tarde, Robert Egan, del Centro de Cáncer M.D. Anderson de la Universidad de Texas, mejoró aún más la tecnología de mamografía al usar una película industrial que requería menos dosis de rayos X y producía imágenes de mejor calidad, los tumores aparecían blancos y el tejido normal gris oscuro. Egan examinó los senos de 1,000 mujeres que estaban sanas y no sospechaban cáncer de seno y encontraron cáncer de seno en 238.   

En la década de los años 1960 comenzaron los primeros ensayos randomizados de screening con el estudio del Plan de Seguros de Nueva York, continuados por el de dos condados de Suecia, realizado por Lazlo Tabar, y otros desarrollados en distintos países. Dichos ensayos demostraron que era posible disminuir la mortalidad por cáncer de mama gracias a estos programas.

En 1976, la Sociedad Estadounidense del Cáncer, comenzó a recomendar la mamografía como método de detección temprana del cáncer de seno.  En ese momento, ACS declaró que las mujeres menores de cincuenta años podrían beneficiarse de las mamografías y recomendó mamografías anuales para mujeres de cincuenta y más años.

En 1993, el Colegio Estadounidense de Radiología desarrolló un Sistema de Datos e Informes de Mama, o BI-RADS, que estandarizó la forma en que los médicos transmitían los resultados de la mamografía.

En 2000, se aprobó la mamografía digital, que es más rápida y con dosis más bajas de radiación.

En 2011 se implementa la tomosíntesis digital (imágenes en 3D) que mejoró la precisión de la mamografía. La imagen digital de tomosíntesis utiliza una dosis de radiación más baja y permite al usuario ver los senos en tres dimensiones, así como mirar cada capa de tejido mamario por separado en lugar de todo el seno a la vez y reduce la cantidad de resultados falsos positivos.

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