Maltrato infantil
Definir maltrato infantil o abuso infantil1 es una tarea complicada aunque existe un amplio acuerdo sobre la definición plasmada en la Convención de los Derechos del Niño ya que en ella coexisten diferentes perspectivas: psicológica, médica y sociológica. En el Nuevo diccionario para el análisis e intervención social con infancia y adolescencia además de la definición citada anteriormente son referidas otras dos definiciones que aparecen en la literatura técnica.
El maltrato infantil ha sido un conflicto que ha persistido desde los pueblos y civilizaciones de la antigüedad en que se utilizaba a los niños , niñas y adolescentes para realizar sacrificios y rituales. Sin embargo, según este texto, no hace tanto tiempo que la sociedad obtuvo control sobre el abuso en las personas menores de edad. En los Estados Unidos se creó una organización la cual, se dedicó ayudar a niños desamparados y la misma fue conocida como Child Welfare Movement (Movimiento Bienestar de la Infancia). Además surgieron otras organizaciones contra el maltrato infantil tal como la Sociedad Neoyorquina para la Reforma de los Delincuentes Juveniles en 1825, cuyo propósito fue ayudar a niños maltratados y abandonados por padres o familiares. Años más tarde se fundó en el estado de Nueva York la Society for Prevention of Cruelty of Children / Sociedad para la prevención de la crueldad contra niños la cual, surgió como fuente de inspiración para desarrollar otras organizaciones contra el abuso infantil en los Estados Unidos y Europa. Aunque, según el texto, en 1874 fue la primera vez que se ganó un caso referido al abuso o maltrato de infantil cuando una menor de nueve años nativa del estado de Nueva York fue sometida a abuso físico. Una trabajadora de caridad ayudó a la criatura y la misma acudió a la Sociedad Americana para la Prevención de crueldad de los animales donde la trabajadora, encargada del caso de la menor, expresó lo siguiente: “La menor merecía tanta protección como un perro común” y con estos testimonios pudieron ganar el caso.
Existen distintos tipos de maltrato infantil fuera del maltrato infra-familiar, como jardines de infantes, escuelas, o clubes deportivo. Es por eso que también existen distintos tipos de maltrato, los cuales son:
- Maltrato físico: representa la acción no accidental de algún adulto que provoca daño físico o enfermedad en el niño, o que lo coloca en grave riesgo de padecerlo como consecuencia de alguna negligencia intencionada.
- Abandono físico: es aquella situación en la que las necesidades físicas básicas del menor no son atendidas adecuadamente por ningún adulto del grupo que convive con él.
- Abuso sexual: se trata de cualquier clase de placer sexual con un niño por parte de un adulto desde una posición de poder o autoridad, no siendo necesario que exista un contacto físico, utilizándose al niño como objeto de estimulación sexual. Incluye el incesto, la vejación sexual, la violación y el abuso sexual sin contacto físico.
- Maltrato emocional: está constituido por conductas de los padres o cuidadores, como insultos, rechazos, amenazas, humillaciones, desprecios, burlas, críticas, aislamiento, atemorización, que causen o puedan causar deterioro en el desarrollo social, emocional o intelectual del niño.
- Abandono emocional: ocurre cuando el niño no recibe el afecto, la estimulación, el apoyo y la protección necesarios en cada estadio de su evolución y, por lo tanto, se inhibe su desarrollo óptimo. Existe una falta de respuesta por parte de los padres o cuidadores a las expresiones emocionales del niño o a sus intentos de interacción o aproximación.
- Síndrome de Münchhausen: se presenta cuando los padres o cuidadores del niño lo someten a continuas exploraciones médicas, suministro de medicamentos o ingresos hospitalarios, alegando síntomas ficticios o generados de manera activa por el adulto.
- Maltrato institucional: se trata de cualquier legislación, procedimiento, actuación u omisión procedente de los poderes públicos o de la actuación individual del profesional que comporte el abuso, la negligencia, el detrimento de la salud, la seguridad, el estado emocional, el bienestar físico, la correcta maduración, o que viole los derechos básicos del niño o de la infancia.
Se entiende por maltrato psicológico toda aquella acción que produce un daño mental o emocional en el niño, como: ridiculizar, insultos, menosprecio, causándole perturbaciones de magnitud suficiente para afectar la dignidad, alterar su bienestar o incluso perjudicar su salud.
Señales del maltrato infantil
- Cambio repentino en el comportamiento o rendimiento en la escuela.
- Estado de alerta, en espera de que algo malo suceda.
- Mal comportamiento.
- Salir de casa temprano, llegar a casa tarde y no querer ir a casa.
- Temor cuando se le acerca un adulto y al contacto físico. Llanto fácil.
- Apartamiento de las amistades y las actividades habituales.
- Depresión, ansiedad o miedos inusuales, o pérdida repentina de la confianza en sí mismo.
- Ausencias frecuentes de la escuela o negativa a tomar el autobús escolar.
- Intentos de huida o fuga de casa.
- Comportamiento rebelde o desafiante. Irritabilidad
- Intentos de suicidio.
- Conocimiento, comportamiento, dibujos y lenguaje sexual que no corresponde con su edad.
- Alteraciones del sueño: terror nocturno, pesadillas.
- Cambios en la higiene.
- Trastornos alimentarios.
- Regresiones del tipo de volver a mojar la cama.
Este puede tener consecuencias a largo plazo ya que genera estrés y se asocia a trastornos del desarrollo cerebral temprano. Los casos extremos de estrés pueden alterar el desarrollo de los sistemas nervioso e inmunitario. En consecuencia, los adultos que han sufrido maltrato en la infancia corren mayor riesgo de sufrir problemas conductuales, físicos y mentales, como depresión, obesidad, comportamientos sexuales de alto riesgo, embarazos no deseados, se vuelven adictos a sustancias como alcohol, tabaco y otras drogas.
El maltrato puede contribuir a las enfermedades del corazón, al cáncer, al suicidio y a las infecciones de transmisión sexual.
El maltrato psicológico que recibe el niño a consecuencia del maltrato que se ejerce sobre él, puede afectar su desarrollo en la infancia y si no se tiene un tratamiento psicológico podría tener consecuencias en la vida adulta; ya que puede generar en el niño una baja autoestima, problemas en el rendimiento escolar, ser introvertidos, pueden llegar a ser más agresivos, comportamiento más hostiles y llegar hacer poco afectivos. Además es frecuente que estas conductas se repitan en sus relaciones interpersonales, llegando a ser muy hostiles o dependientes hacia el otro.
Estas situaciones de maltrato psicológico, obliga a los niños a utilizar una gran cantidad de energía psicológica para desarrollar mecanismos de adaptación. Como por ejemplo en las relaciones interpersonales caracterizadas por la dependencia y el rechazo; ésta aparece por la indiferencia de los padres, por lo que el niño puede convertirse en un ser muy dependiente de los signos de afecto de cualquier adulto, llamando su atención para procurarse un poco de afecto, exponiéndose permanentemente al peligro del abuso sexual o del rechazo.
Las consecuencias que vive un niño, niña o adolescente maltratado empiezan desde que pasa por esa situación y pueden prolongarse por largo tiempo, incluso años o décadas y llegar a comprometer su vida adulta.
En general, el niño maltratado no cumple con el desarrollo de las metas de su crecimiento y desarrollo, es decir, autoestima, felicidad, salud, creatividad, solidaridad, autonomía y espiritualidad en un ambiente bidireccional de construcción entre los padres y los niños. Estas habilidades se ponen al servicio del fomento del tejido de la resiliencia, que es la capacidad humana para triunfar de cara a la adversidad.
Las consecuencias que enfrenta un menor maltratado dependen en gran medida del tipo de maltrato, recurrencia, vínculo con el agresor, uso de violencia física, acceso oportuno a los servicios profesionales de protección infantil y atención médica.
Tratamiento
El niño podría necesitar tratamiento médico y asesoramiento. Existen grupos de asesoramiento y apoyo que están disponibles para los niños y para los padres que quieren recibir ayuda. Hay departamentos o agencias estatales y gubernamentales que son responsables de la protección de los niños menores de 18 años. Las agencias de protección infantil usualmente toman una decisión de si el niño debe ir a un hogar de cuidado temporal o puede regresar a casa. Las agencias de protección infantil generalmente hacen un esfuerzo por reunir a las familias cuando es posible. El sistema varía de un estado a otro, pero usualmente incluye un tribunal de familia o un tribunal que maneja casos de abuso infantil.
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