Hábitos sanos para tu cerebro

El cerebro es uno de los órganos con mayor importancia dentro de nuestro organismo, ya que se encarga de controlar todas las funciones que realiza nuestro cuerpo. Envejecer y mantener la mente activa y sana es posible. El secreto es aprender a cuidarse de manera correcta, llevar una vida saludable, evitar los malos hábitos y el sedentarismo. A continuación, hablaremos de los principales hábitos que deberíamos poner en práctica para mantener sano nuestro cerebro.

1. Moverse: No olvides que el cerebro es parte de nuestro cuerpo y que, por lo tanto, cuando ejercitamos nuestro cuerpo, también fortalecemos nuestro cerebro. Es aconsejable hacer algo de ejercicio diariamente, como por ejemplo ir al gimnasio, practicar algún deporte o simplemente salir a caminar.

2. Hacer una dieta equilibrada: Es recomendable adoptar una dieta mediterránea como modelo de nutrición saludable. Numerosos estudios confirman que este tipo de dieta ayuda a reducir el riesgo de desarrollar demencia. Entre los alimentos que deberíamos de tomar a diario, estarían sin duda fruta y verdura de temporada, pescado al menos tres veces por semana y legumbres.

3. Descansar: El descanso es esencial para el organismo, pero sobre todo para el correcto funcionamiento del cerebro. Lo ideal es descansar al menos 7 u 8 horas diarias para que el cerebro pueda regenerarse y procesar la información aprendida potenciando así algo tan importante como la memoria.

4. Controla la hipertensión: La presión arterial, cuando es elevada, puede crear coágulos de sangre en las arterias que van al cerebro, bloqueando el flujo sanguíneo e incrementando las posibilidades de sufrir un accidente cerebrovascular. Igualmente, la hipertensión está relacionada con el deterioro cognitivo y la demencia, ya que la obstrucción de las arterias y su consiguiente limitación del flujo sanguíneo puede producir demencia vascular.

5. Proteger el cerebro contra las agresiones físicas: Mediante la utilización del casco o del cinturón de seguridad. Debes prevenir las consecuencias de los accidentes, especialmente los laborales y los de tráfico. Pero también en deportes de contacto, como rugby, fútbol americano, boxeo, etc.

6. Relajación: La relajación, la tranquilidad, la respiración y la atención plena es fundamental para el buen funcionamiento del cerebro. Contrariamente, el estrés, tiene efectos muy negativos sobre el cerebro, dado que el cerebro incentiva la producción de hormonas que dañan el buen funcionamiento del cerebro, que puede causar, depresión o apatía hacia la vida.

7. Meditación: La meditación ayuda a aumentar las ondas cerebrales que denotan un estado de relajación y a disminuir las ondas relacionadas con el estrés y la ansiedad. Además, esas ondas de relajación se mantienen durante un tiempo, mostrándose en la persona a través de actitudes más relajadas, mejor gestión emocional y sensación de bienestar. Además, la relajación y la meditación han mostrado tener efectos sobre el envejecimiento celular.

8. Estimulación cognitiva: El cerebro, también necesita su actividad, para mantener su bienestar y su salud. Aprender cosas cada día ayudará a mantener el cerebro activo. Los retos ayudan a mantenerlo joven y en buen funcionamiento. La capacidad de sorprenderse, de maravillarse y la curiosidad, son significativos para una buena salud cerebral.

9. Salir de las rutinas: Para mantener un cerebro activo, es de suma importancia salir de las rutinas con pequeños ejercicios. Por ejemplo, hacer un cálculo mental en lugar de utilizar la calculadora, hacer una receta en el cual hay que seguir un orden, hacer un crucigrama o incorporar actividades diferentes que nos ayuden a desarrollarnos de diversas formas. Así como la alimentación nos ayuda a recibir determinados nutrientes y es importante mantener una dieta variada, lo mismo sucede con el cerebro, es importante realizar actividades diferentes para que el cerebro se “nutra” de todas ellas.

10. Consumir alimentos saludables: La alimentación también juega un papel clave en la salud de nuestro cerebro, siendo importante consumir alimentos que nos permitan obtener los nutrientes adecuados para el buen desarrollo de las funciones cerebrales. Por dicho motivo, tendremos que seguir una dieta equilibrada y potenciar la ingesta de alimentos ricos en vitaminas del grupo B y fibra. Aquí se encuentran los productos lácteos, los frutos secos, las frutas, los vegetales y el pescado.