Mosquito
La fiebre del Zika, enfermedad del Zika o simplemente zika​ es una enfermedad causada por el virus del Zika, perteneciente al género Flavivirus, la cual se transmite por la picadura de mosquitos vectores del género Aedes. Produce síntomas similares a otras enfermedades transmitidas por mosquitos, como el dengue o el chikunguña,​ aunque una gran parte de los casos (60-80 %) son asintomáticos.​ En general, los síntomas de la enfermedad son leves y de corta duración (2 a 7 días), entre los que se incluyen fiebre, conjuntivitis, artritis o artralgias transitorias (principalmente en las articulaciones pequeñas de las manos y los pies) y eflorescencia (rash) o erupciones cutáneas que a menudo comienzan en la cara y luego se esparcen por todo el cuerpo.

A comienzos de abril de 2015, un gran brote epidémico de virus del Zika comenzó en Brasil y se extendió a otros países en sur, Centroamérica y el Caribe. Los oficiales de la salud que estudiaron el brote de virus del Zika en Brasil, sospechan que la enfermedad puede causar microcefalia, una malformación congénita en los recién nacidos de mujeres infectadas con la enfermedad.​ Sin embargo, existen pocos informes de casos en la literatura.​ Solo se ha informado de un tipo de manifestaciones hemorrágicas, hematospermia (sangre en la esperma).​ También, durante el brote de 2013 en la Polinesia Francesa, se notó un aumento concurrente en casos de síndrome de Guillain-Barré, aunque no se ha probado una asociación definitiva entre Zika y este síndrome.

Los efectos del virus Zika también han provocado crisis de ámbito social dada la epidemiología de este agente. Incluso la participación de muchos atletas en los JJ. OO. de Río de Janeiro se ha visto comprometida.

Transmisión
La transmisión es llevada a cabo mediante la picadura de mosquitos del género Aedes, principalmente el Aedes aegypti en regiones tropicales. También se ha encontrado en otras especies como A. africanus, A. apicoargenteus, A. furcifer, A. hensilli, A. luteocephalus, y A. vitattus. Durante el brote de las Islas Yap en el Pacífico sur, el vector fue el mosquito Aedes hensilli, mientras que el Aedes polynesiensis fue el causante de la diseminación del virus en la Polinesia Francesa en 2013.

También han sido confirmados casos de transmisión sexual y varios casos de transmisión vertical perinatal. ​Como otros Flavivirus, tiene potencial de ser transmitido mediante transfusión sanguínea y algunos de los países afectados han desarrollado estrategias para intentar detectarlo en sangre proveniente de donantes.​ Por otra parte, científicos de la Fundación Oswaldo Cruz detectaron la presencia del virus en la saliva y en la orina de varias muestras de laboratorio.

Diagnóstico
La infección causada por el virus del Zika es difícil de diagnosticar basándose solo en indicaciones y síntomas clínicos, debido a su similitud a otros arbovirus endémicos en áreas similares.​ Se pueden identificar pacientes con síntomas agudos de la enfermedad usando la técnica RT-PCR. Sin embargo, el tiempo de duración de la viremia puede ser corto,​ por lo que la Organización Mundial de la Salud recomienda que se hagan pruebas de RT-PCR en el suero sanguíneo recogido entre 1 y 3 días de la aparición de síntomas, o con una muestra de saliva u orina. Más tarde, se puede usar serología para la detección de anticuerpos de inmunoglobulina M e inmunoglobulina G. Se puede detectar inmunoglobulina M dentro de los primeros tres días del inicio de la enfermedad.

Existe reacción cruzada serológica con otros Flavivirus como el dengue y el virus del Nilo Occidental.​ Sin embargo, no existen pruebas comerciales de fácil acceso para diagnosticar la infección del Zika. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos aconsejan que el diagnóstico diferencial de casos de infecciones sospechosas por virus del Zika sea amplio e incluyan, además del dengue, «leptospirosis, malaria, rickettsia, Streptococcus pyogenes A, rubéola, sarampión, parvovirus, enterovirus, infección de adenovirus, e infecciones de alphavirus (por ejemplo, los virus de Chikunguña, Mayaro, fiebre del río Ross, bosque Barmah, o’nyong’nyong, y Sindbis)».

Síntomas
Los síntomas son similares al dengue, pero son más leves y por lo general duran de dos a siete días,​ aunque una gran parte de los casos (60-80 %) son asintomáticos.​ Se desarrolla un cuadro agudo de eflorescencia o erupciones cutáneas maculopapulares que comienzan en la cara o tronco antes de pasar al resto del cuerpo, y pueden venir acompañadas de fiebre, artritis o artralgias, conjuntivitis no purulenta, dolores musculares, dolor de cabeza, dolores en la parte posterior de los ojos, y en menor medida vómito y diarrea. Las manifestaciones hemorrágicas se han documentado en una sola instancia, siendo esta la hematospermia. En casos raros, se sospecha que el zika genera complicaciones como el síndrome de Guillain-Barré.​ En términos generales es una enfermedad benigna sobre la cual no se reportan comúnmente casos fatales.

Relación con microcefalia
La microcefalia es la degeneración o malformación del cerebro que causa que los recién nacidos nazcan con una cabeza más pequeña de lo normal y en ocasiones provoca la muerte. En noviembre de 2015, algunos informes del Ministerio de Salud de Brasil alertaron sobre un vínculo previamente desconocido entre el virus del Zika y casos de recién nacidos con microcefalia en el noreste del país, basándose en dos casos de fetos severamente afectados en los cuales las amniocentesis confirmaron la presencia del virus del Zika dentro del líquido amniótico. Las conclusiones de los ultrasonidos en estos dos fetos, reportadas el 5 de enero de 2016, mostraron que ambos tenían cabezas con circunferencias pequeñas (microcefalia) debido a la destrucción de varias partes del cerebro.​ También en uno de los fetos se halló calcificación intraocular y microftalmia. El ministerio brasileño confirmó a finales de enero de 2016 que el vínculo previamente sospechado entre la infección de zika en mujeres embarazadas y microcefalia en recién nacidos existe,​ indicando que hubo por lo menos 2400 casos reportados de microcefalia en Brasil para mediados de diciembre de 2015, con 29 muertes.​ El gobierno de Brasil, así como el de otros países como Colombia, Ecuador, El Salvador y Jamaica, aconsejó a las mujeres aplazar sus embarazos por los posibles riesgos. El 25 de julio de 2016 nació en Barcelona el primer bebé de España con microcefalia a causa del virus del Zika.

Tratamiento
Históricamente, el virus del Zika había sido poco estudiado antes del brote epidémico de 2015-2016, por lo que no hay tratamientos antivirales específicos.​ Un estudio in vitro encontró que el virus del Zika podría ser sensible al tratamiento con interferón, el cual es usado contra otras infecciones virales. Sin embargo, estos resultados no han sido probados en animales o en seres humanos.

En general, el tratamiento recomendado es sintomático para los dolores y la fiebre utilizando analgésicos como el paracetamol, ya que otros AINES como la aspirina solo deberían ser utilizados tras descartar infección por dengue u otros Flavivirus, con el fin de reducir el riesgo de hemorragias. Además, el uso de aspirina debería evitarse en niños debido al riesgo de adquirir síndrome de Reye.​

Para evitar riesgos de enfermedades congénitas en el feto durante el embarazo, se advierte a las mujeres embarazadas que eviten la probabilidad de infección como los viajes a zonas endémicas hasta donde sea posible, ya que una vez haya una infección, es poco lo que se puede hacer más allá del tratamiento sintomático.

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