Síndrome de las piernas inquietas

Terapeuta osteopático
El síndrome de las piernas inquietas es un trastorno neurológico caracterizado por sensaciones desagradables en las piernas (menos frecuente en los brazos​) y un impulso incontrolable de moverse y andar cuando se está descansando, en un esfuerzo del paciente de aliviar estas sensaciones (se denomina en ciertas ocasiones "andadores nocturnos"). Algunos autores postulan que este trastorno pudiera afectar a un 10 % de la población mundial, y sus causas son desconocidas a comienzos del siglo XXI.​Un porcentaje pequeño de las personas es correctamente diagnosticado, debido a que su síndrome es dirigido a especialistas como neurólogos, reumatólogos, psicólogos, etc. No se trata de una enfermedad grave, que sea causa per se de muerte, pero sí de terribles desasosiegos que disminuyen la calidad de vida del paciente y de aquellos que le rodean. Si no se tratan pueden devenir en crisis nerviosas y depresión.​Con el objeto de aliviar, compartir y mejorar la convivencia se han creado en cada país asociaciones específicas. También se le denomina "síndrome de Ekbom", por lo que se puede confundir con el delirio de parasitosis o delirio dermatozoico.

Una revisión de 2019 concluye que se trata del segundo trastorno del movimiento relacionado con el gluten más frecuente. Estos se desarrollan independientemente de la presencia de síntomas o lesión intestinal, es decir, tanto en celíacos como en no celíacos. Más de la mitad de las personas mejora con la retirada estricta del gluten de la dieta, sin necesidad de ningún otro tratamiento adicional.

Diagnóstico
Los médicos que sospechan el síndrome de las piernas inquietas suelen tratar los pacientes en clínicas del sueño con el objeto de precisar mejor el diagnóstico. Para diagnosticar el RSL, debe detectarse cualquiera de los cuatro síntomas:

Una necesidad urgente de mover las piernas, acompañada generalmente de una sensación incómoda y poco placentera en las extremidades.
La necesidad de moverse, o la sensación poco placentera en las extremidades, que comienza cuando se inician periodos de descanso.
La necesidad de moverse, o las sensaciones poco placenteras en las extremidades, son parcialmente disminuidas por el movimiento del paciente. Generalmente andando, haciendo estiramientos, etc.
La necesidad de movimiento, o las sensaciones poco placenteras en las extremidades, es mayor en los periodos de tarde/noche, siendo menos probables por la mañana.
Debido a una posible causa de transmisión hereditaria,​ los pacientes que tengan entre los familiares un caso de síndrome de las piernas inquietas son potenciales pacientes. De la misma forma un análisis de sangre buscando bajos niveles de ferritinas que indiquen bajos niveles de hierro en sangre.

Diagnóstico diferencial
Más del 80% de las personas con el síndrome de las piernas inquietas también sufren una dolencia más común conocida como síndrome de movimientos periódicos de las piernas (PLMD por sus siglas en inglés). Se ha descrito la asociación de anemia ferropénica con el síndrome de piernas inquietas junto a acatisia.​ El PLMD se caracteriza por movimientos involuntarios bruscos de las piernas, como jalones o tirones, que ocurren durante el sueño, generalmente con una frecuencia de 10 a 60 segundos, a veces durante toda la noche. Estos síntomas hacen que el paciente se despierte repetidamente e interrumpen gravemente el sueño. A diferencia del síndrome de las piernas inquietas, los movimientos causados por el PLMD son involuntarios. Aunque muchos pacientes con este síndrome también desarrollan el síndrome de movimientos periódicos de las piernas, la mayoría de las personas con este trastorno no sufren el síndrome de las piernas inquietas.

De igual modo que ocurre con el síndrome de las piernas inquietas, no se conoce la causa del PLMD, aunque estudios recientes realizados en la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard concluyen provisionalmente que detrás de la relación entre la disfunción eréctil y el movimiento involuntario de las piernas podrían estar los bajos niveles de dopamina, una hormona neurotransmisora del sistema nervioso asociada a ambos trastornos.

Tratamiento
Se trata con diversos medicamentos que van desde la levodopa, los dopaminérgicos, los opiáceos, las benzodiazepinas, los antiepilépticos y los suplementos dietéticos de hierro.

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