Piojos de la cabeza
El piojo de la cabeza ('Pediculus humanus capitis') es un parásito obligado de los humanos que causa la pediculosis. Los piojos de la cabeza son insectos sin alas que pasan su vida entera en el cuero cabelludo humano y se alimentan exclusivamente de sangre humana. Los humanos son los únicos anfitriones conocidos para este parásito en particular, mientras que el chimpancé alberga a otra especie estrechamente emparentada, Pediculus schaeffi. Otras especies de piojos infestan la mayor parte de los órdenes de mamíferos y todos los órdenes de aves, todos los piojos pertenecen al orden Phthiraptera.
Al igual que todos los piojos, los de la cabeza difieren de otros ectoparásitos hematófagos tales como las pulgas en que los piojos pasan su vida entera en su hospedador. Los piojos de la cabeza son incapaces de volar, y sus patas cortas y atrofiadas los hacen incapaces de saltar, o incluso de andar en forma eficiente sobre superficies planas.
El piojo de la cabeza, que no transmite enfermedades, se diferencia de su pariente cercano el piojo del cuerpo Pediculus humanus corporis, en que prefiere adherir sus huevos al pelo del cuero cabelludo en vez de a las ropas. Las dos subespecies son morfológicamente casi idénticas, pero normalmente no se cruzan, aunque pueden hacerlo bajo condiciones de laboratorio. A partir de estudios genéticos se piensa que divergieron como subespecies hace entre 30.000 y 110.000 años, cuando muchos humanos comenzaban a utilizar una cantidad significativa de ropa y probablemente se pelaban la cabeza. Una especie mucho más remotamente relacionada de piojo del pelo, Pthirus pubis (piojo púbico, o ladilla), también infesta a humanos. Este último es visualmente diferente de las otras dos especies de piojos y tiene una apariencia mucho más cercana a los piojos que infestan a otros primates.
Los piojos de la cabeza (especialmente en niños) han sido, y todavía son, sujeto de numerosas campañas de erradicación. A diferencia del piojo del cuerpo, los piojos de la cabeza no son vectores de ninguna enfermedad conocida. Y a excepción de algunas raras infecciones secundarias resultantes del rascado, los piojos de la cabeza son inofensivos, y han sido calificados más de problema estético que de problema médico. Incluso se ha sugerido que la infestación por piojos de la cabeza podría resultar beneficiosa ayudando a desarrollar una respuesta inmune natural contra el piojo del cuerpo, mucho más peligroso, ya que es capaz de transmitir peligrosas enfermedades.
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