Paro cardiorrespiratorio
Un paro cardio respiratorio (PCR) es la repentina detención de la respiración y del latido cardíaco en un individuo. Puede ocurrir por diversas causas, algunas de las más típicas son ahogo por inmersión o choque eléctrico, efectos de anestesia u otros fármacos, esfuerzo físico muy extremo.
Implica la detención de la circulación de la sangre y, por lo tanto, la interrupción del suministro de oxígeno al cerebro. Si un paciente entra en este estado la muerte es inminente, lo que requiere una intervención inmediata a través de reanimación cardiopulmonar (RCP), es decir, compresiones torácicas y respiración artificial. Antes de iniciar la RCP se debe avisar inmediatamente a los servicios de urgencia más cercanos para comunicar el estado de la víctima y la dirección exacta del lugar, y no se debe abandonar la RCP en ningún momento sin la indicación de un profesional sanitario titulado.
A veces se habla simplemente de paro circulatorio o paro cardíaco.
Se manifiesta por un estado de muerte aparente:
- La persona está totalmente inconsciente, no se mueve espontáneamente, no reacciona ni a la palabra ni al tacto, ni a la estimulación dolorosa, ni a la luz;
- No se percibe su respiración ni siquiera después de la liberación de las vías aéreas: no se siente su respiración en la mejilla, no se ve el pecho o el vientre levantarse ni bajarse;
- La persona no reacciona a las insuflaciones (boca a boca): no tose, no recupera la ventilación;
- No se percibe el pulso carotídeo, nótese que este signo puede ser engañoso, ya que a causa de su tensión nerviosa (estrés), la persona que asista al lisiado pueda sentir su propio pulso en el extremo de los dedos;
- La víctima palidece: adquiere un color azulado secundario debido a la falta de oxigenación de los tejidos; este signo es difícil de percibir por un neófito, pero es evidente una vez que se ha visto;
- Encontramos midriasis pupilar (dilatación de las pupilas).
- El paciente pierde el conocimiento y puede convulsionar (movimientos involuntarios bruscos) en primer lugar, impidiendo toda evaluación del pulso o de la respiración; en la práctica esto no dura más que una decena de segundos;
- El paciente puede tener una respiración ruidosa (respiración agónica, llamada «estertor») durante diez segundos.
- Un síncope sin paro cardiocirculatorio (pulso y respiración presente);
- Una crisis convulsiva epiléptica, más prolongada, con pulso y respiración presente;
- Un choque séptico: la presión arterial que desciende mucho impide toda percepción de pulso.
- Inconsciencia
- Ventilación detenida
- Ausencia de pulso
- Ausencia de reacción a las insuflaciones.
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