Mieloma múltiple
El mieloma múltiple (MM) es un tipo de cáncer de la médula ósea, en el que existe una proliferación anormal de células plasmáticas. Dichas células de la sangre producen los anticuerpos (inmunoglobulinas) que defienden al organismo de infecciones y otras sustancias extrañas (antígenos). Se engloba dentro de los cuadros denominados gammapatías monoclonales. En el mieloma, se produce de manera continua y en cantidad mayor a la habitual un anticuerpo o componente monoclonal (proteína M) que se puede detectar en el suero o en la orina del paciente.
Cuadro clínico
Los sintomatología del mieloma múltiple se deriva de la proliferación descontrolada de un clon de células plasmáticas (productoras de anticuerpos/inmunoglobulinas monoclonales) en la médula ósea. Esta da lugar, en última instancia, a un tumor denominado plasmocitoma,4 el cual en ocasiones puede localizarse en tejidos extramedulares, aunque muy raramente.
Entre las manifestaciones clínicas se pueden encontrar:
- Sistema hematopoyético: las células que dan lugar al tumor desplazan a las células normales del sistema hematopoyético, lo cual deriva en un cuadro de anemia (con su sintomatología acompañante: disnea, cansancio, palidez, taquicardia, palpitaciones, sofocos, etc.) y leucopenia (que deriva en la aparición de infecciones recurrentes por el descenso de células inmunes). A nivel sanguíneo, también se puede producir un aumento de la viscosidad debida a la producción elevada, por parte de las células plasmáticas, de anticuerpos monoclonales.
- Tejido óseo: se producen intensos dolores óseos, fracturas espontáneas (sobre todo en la columna vertebral), debido principalmente a la influencia de los plasmocitomas sobre la resorción ósea, en la cual se favorece la activación de los osteoclastos (osteolisis o degradación ósea) y se inhibe la actividad de los osteoblastos (generación de tejido óseo) mediada por una serie de citocinas. Se produce una osteolisis sin regeneración ósea que puede afectar a huesos donde no se haya formado el plasmocitoma pero a donde sí llegan las citocinas. Por lo tanto, al hacer una gammagrafía ósea no veremos focos calientes, a diferencia de metástasis óseas o fracturas, donde se verá una hipercaptación del isótopo radiactivo.
- Riñón: como consecuencia de la presencia de elevadas concentraciones de la proteína de Bence Jones (cadenas ligeras libres de anticuerpos monoclonales) en la sangre puede producirse un daño en los riñones que desencadene en una insuficiencia renal, la cual se ve agravada por la hipercalcemia debida a la osteolisis.
- Otros tejidos: A causa de la gran producción y secreción por parte de las células plasmáticas del componente monoclonal (cadenas ligeras de inmunoglobulinas), en otros tejidos diferentes al óseo (como pueden ser: hígado, bazo, corazón, etc.) puede producirse la acumulación de los mismos, que deriva en la formación de una proteína anómala (proteína amiloide). Esta acumulación y formación de proteínas anómalas (amiloidosis) conlleva un aumento de tamaño por parte de los órganos afectados (esplenomegalia, hepatomegalia, etc.) y una disfunción de los mismos acompañada de sintomatología muy variada dependiente de los órganos afectados.
- Otras manifestaciones clínicas pueden estar en relación con el aumento de calcio en sangre, compresiones neurológicas, etc. Además, se ha visto relacionado con crioglobulinemias de tipo I, las cuales generan a nivel cutáneo afectación de la cara, mucosas, gangrenas, vasculitis livedoides, fenómeno de Raynaud, acrocianosis de los pabellones auriculares, todo explicado por la hiperviscosidad que genera el aumento monoclonal de immunoglobulinas en la sangre periférica. Cuando se da el tratamiento del mieloma, los pacientes pueden desarrollar anticuerpos contra el factor VIII, lo que provoca una hemofilia adquirida.
El diagnóstico debe realizarse mediante análisis general de sangre y orina, y punción o biopsia de la médula ósea. Asimismo, debe realizarse un estudio radiológico de los huesos. En la actualidad son imprescindibles los análisis de citometría de flujo, citogenética y biología molecular para el diagnóstico, y determinar correctamente los factores pronósticos individuales de cada paciente con mieloma múltiple. La radiografía de cráneo, presenta lesiones ostelíticas, llamadas "en sacabocado", patognomónica de este tipo de padecimiento. La resonancia magnética nuclear es de gran utilidad para identificar las lesiones en los cuerpos vertebrales.
Según la American Cancer Society, los criterios para el diagnóstico del mieloma múltiple son los siguientes:
Presentando sintomatología
1. Plasmocitoma confirmado por biopsia o al menos 10 % de la celularidad total de la médula ósea conformada por un clon células plasmáticas, junto a una de las siguientes condiciones:
- Hipercalcemia (derivado de la degradación ósea).
- Insuficiencia renal (debidas a la presencia en sangre de una elevada concentración de la proteína de Bence Jones y a la hipercalcemia).
- Recuentos bajos de células sanguíneas: eritropenia, leucopenia (por la invasión de la médula ósea por parte de las células plasmáticas)
- Exploración mediante estudios de imagen como las radiografías o la resonancia magnética nuclear que reflejen zonas anormales a nivel óseo (osteolisis e invasión de la médula ósea).
- Un tipo de cadenas ligeras de anticuerpos monoclonales 100 veces más común que los demás.
3. Amiloidosis de cadenas ligeras de inmunoglobulinas (acumulación a nivel de diferentes tejidos de las cadenas ligeras de los anticuerpos monoclonales producidos en niveles elevados).
Sin sintomatología aparente
- 10-60 % de la celularidad total de la médula ósea son células plasmáticas.
- Un tipo de cadenas ligeras de anticuerpos monoclonales elevados en sangre.
- Aparición en orina de cadenas ligeras de inmunoglobulinas.
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