Impétigo

Lesión en la piel

El impétigo es una enfermedad bacteriana infecciosa superficial de la piel que se presenta con mayor frecuencia en los niños. Se clasifica en impétigo primario cuando se trata de una invasión bacteriana directa a la piel anteriormente normal, o impétigo secundario o común, cuando la infección es secundaria a otras enfermedades cutáneas subyacentes que afectan la barrera cutánea, como la sarna o el eccema. El impétigo también se clasifica como bulloso o no bulloso. El impétigo bulloso presenta ampollas.

El impétigo se caracteriza por la aparición de vesículas o ampollas en la piel, que al romperse originan costras de color miel (melicéricas). Se puede afectar cualquier área cutánea del cuerpo, pero las lesiones del impétigo son más frecuentes en las zonas no cubiertas por la ropa, como la cara, la zona alrededor de la boca, la nariz, los oídos, los brazos y las piernas. No dejan cicatriz, pero pueden causar trastornos de la pigmentación que llegan a persistir meses. El impétigo puede afectar a cualquier persona de cualquier edad, pero es más frecuente en niños de 2 a 5 años.

Impétigo no bulloso o contagioso

El impétigo no bulloso, comienza con una mácula o pápula enrojecida que se convierte rápidamente en una vesícula. La vesícula se rompe fácilmente por la erosión y su contenido se seca dando lugar a una costra característica coloreada como la miel ("melicérica") la cual suele producir prurito. A partir de la primera lesión puede extenderse mediante autoinoculación. El impétigo no bulloso afecta principalmente la cara y la zona expuesta de las extremidades. Aun cuando no reciba tratamiento, esta variante de la enfermedad se resuelve sin dejar cicatriz en algunas semanas.

Impétigo bulloso o ampolloso

El impétigo bulloso afecta principalmente a los bebes recién nacidos, pero también se ve en otras edades. Es producido por el S. aureus productor de toxinas, siendo una variante localizada del síndrome de piel escaldada. Las vesículas superficiales aumentan rápidamente de tamaño, formando bullas flácidas con márgenes bien definidos y sin eritema circundante. Cuando la bulla se rompe, quedan costras amarillas rezumantes.

Tratamiento

Existen las siguientes alternativas de tratamiento:

  1. Tratamiento expectante en espera de una resolución natural sólo realizando medidas de higiene.
  2. Desinfectantes tópicos, tales como solución salina, hexaclorofeno, povidona yodada y clorhexidina. Sin embargo, su uso no ha demostrado aporte en la recuperabilidad de las lesiones.
  3. Antibióticos tópicos, tales como ozenoxacino, neomicina, bacitracina, polimixina B, gentamicina, ácido fusídico, mupirocina o la combinación tópica de esteroides con antibióticos. De estos, aquellos con mejor evaluación, tanto por efectividad como por tolerancia, son la mupirocina y el ácido fusídico. El más actualizado es el ozenoxacino, el nuevo antibiótico tópico bactericida de última generación que erradica de forma eficaz las bacterias causantes del impétigo.
  4. Antibióticos sistémicos, tales como penicilina, cloxacilina o flucloxacilina, amoxicilina con ácido clavulánico, eritromicina, cefalexina. La penicilina y la amoxicilina, son menos efectivos que los otros antibióticos.

Si no se trata, el impétigo puede originar diversas complicaciones, por ejemplo nefritis.

El tratamiento de las personas infectadas con un antibiótico por 24 horas o más tiempo elimina por lo general su capacidad de propagar la bacteria. Sin embargo, es importante completar el régimen completo de antibióticos tal como se les ha recetado.

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