Gastroenteritis


La gastroenteritis, es una enfermedad caracterizada por la inflamación ("-itis") del tracto gastrointestinal que está compuesto por el estómago ("gastro"-) y el intestino delgado ("entero"-). Los síntomas principales son diarrea, vómito, varicela, dolor abdominal y calambres.​
A nivel mundial, la mayoría de los casos en niños se debe al rotavirus.​ En los adultos, las causas más comunes son el norovirus​ y la Campylobacter.​ Hay causas menos comunes, como otros tipos de bacterias (o sus toxinas) y parásitos. Su transmisión puede ocurrir mediante el consumo de alimentos inadecuadamente preparados, agua contaminada o a través del contacto físico con personas infectadas. La crisis celiaca es una complicación o presentación aguda y fulminante de la celiaquía, que puede ser mortal, y se confunde habitualmente con una gastroenteritis.​
La gastroenteritis está asociada con muchos nombres coloquiales, incluyendo la «venganza de Moctezuma», «vientre de Delhi», «la turista», y «carrera de la puerta trasera», entre otros.​ Ha jugado un papel importante en muchas campañas militares y se cree que es el origen del término en inglés «No guts, no glory» («sin tripas no hay gloria»).​

Epidemiología

Se calcula que en el mundo hay entre tres y cinco mil millones de casos de gastroenteritis al año,​ que afectan principalmente a niños y aquellos en países en vías de desarrollo,​ lo que resultó en aproximadamente 1,3 millones de muertes en niños menores de cinco años en el 2008.​ De estas, la mayoría se produjeron en los países más pobres del mundo.​ Más de 450 000 de estas muertes se deben al rotavirus en niños menores de 5 años.​ El cólera causa entre tres y cinco millones de casos y mata a unas 100 000 personas al año.​ En países en vías de desarrollo, los niños menores de dos años padecen con frecuencia seis o más infecciones al año lo que resulta en gastroenteritis clínicamente significativas.​ Es menos común en adultos, en parte por el desarrollo de una inmunidad adquirida.16
En el año 1980, la gastroenteritis de todo tipo de causas ocasionó 4,6 millones de muertes en niños; la mayoría de ellas tuvieron lugar en países en vías de desarrollo.​ Para el año 2000 la tasa de mortalidad ya se había reducido de manera considerable (a aproximadamente 1,5 millones de muertes anuales), en gran parte debido a la introducción y uso extendido de las sales de rehidratación oral.​ En los EE.UU., las infecciones que causan la gastroenteritis son las segundas infecciones más comunes (después del resfriado común) y dan como resultado entre 200 y 375 millones de casos de diarrea aguda​ y aproximadamente diez mil muertes anuales,​ entre 150 y 300 de estos fallecimientos son niños menores de cinco años.​
La gastroenteritis es el motivo de 3,7 millones de visitas al médico al año en los Estados Unidos y 3 millones de visitas en Francia.​ En los Estados Unidos se cree que la gastroenteritis en conjunto tiene un costo de 23 000 millones USD al año​ y la ocasionada solo por el rotavirus tiene un coste aproximado de 1 000 millones de USD al año.​

Diagnóstico

Por lo general, la gastroenteritis se diagnostica clínicamente con base en las señales y síntomas de la persona.​ No siempre es necesario determinar la causa exacta ya que eso no cambia el manejo de la enfermedad.​ Sin embargo, se debería realizar un cultivo de materia fecal en aquellos que presentan sangre en las heces, aquellos que han estado expuestos a una intoxicación alimentaria y aquellos que viajaron recientemente a un país en vías de desarrollo.​ También se pueden realizar exámenes de diagnóstico por control.​ Ya que el 10 % de los bebés alimentados con leche materna y niños pequeños desarrollan hipoglucemia, se recomienda medir la glucosa sérica en esta población. Además se debería comprobar el nivel de​ electrolitos y función renal cuando existe la preocupación de una deshidratación aguda.​

Deshidratación

Una parte importante de la evaluación es determinar si la persona sufre o no de deshidratación. Por lo general, la deshidratación se divide en leve (3–5 %), moderada (6–9 %), y aguda (≥10 %).​ En los niños, las señales más precisas de deshidratación moderada o aguda son un llenado capilar prolongado, una turgencia cutánea deficiente y una respiración anormal.​ Otros hallazgos útiles (cuando se utilizan en combinación) incluyen: ojos hundidos, disminución de la actividad, falta de lágrimas y boca seca.​ La producción normal de orina y la ingestión oral de líquidos son síntomas tranquilizadores.​ Los exámenes de laboratorio tienen poco beneficio clínico a la hora de determinar el grado de deshidratación.​

Diagnóstico diferencial

Se deben descartar otras causas potenciales de señales y síntomas que imitan a los que se ven en la gastroenteritis, incluyendo apendicitis, vólvulo, enfermedad inflamatoria intestinal, infección urinaria y diabetes mellitus.​ También se deben tener en cuenta la insuficiencia pancreática, síndrome del intestino corto, enfermedad de Whipple, celiaquía y el abuso de laxantes.​ El diagnóstico diferencial puede ser algo complicado si la persona presenta sólo vómitos o diarrea (en lugar de ambas cosas).
La apendicitis puede presentar vómitos, dolor abdominal y una pequeña cantidad de diarrea en el 33 % de los casos.​ En contraste con la gran cantidad de diarrea que es típica de la gastroenteritis.​ Las infecciones en los pulmones o el tracto urinario en los niños también pueden causar vómitos o diarrea.​ La clásica cetoacidosis diabética (CAD) se presenta con dolor abdominal, náusea y vómitos, pero no da diarrea.​ Un estudio descubrió que al 17% de niños con CAD se les había diagnosticado inicialmente una gastroenteritis.

Prevención

Estilo de vida

Para reducir las tasas de infección y las gastroenteritis clínicamente significativas es importante tener fácil acceso a un suministro de agua no contaminada y buenas prácticas de saneamiento.​ Se ha descubierto que las medidas personales (como el lavado de manos) reducen hasta un 30 % la incidencia y tasa de prevalencia de la gastroenteritis en los países desarrollados y en vías de desarrollo.​ Los geles con alcohol también pueden ser eficaces.​ La lactancia materna es importante, en especial en aquellos lugares con una higiene deficiente, así como la mejora de la higiene en general.​ La leche materna reduce tanto la frecuencia de las infecciones como su duración.​ Evitar los alimentos o bebidas contaminadas también debería ser efectivo.​

Vacunación

Gracias a su efectividad y seguridad, la Organización Mundial de la Salud recomendó en el año 2009 que la vacuna contra el rotavirus se ofrezca a todos los niños a nivel mundial.​ En la actualidad existen dos vacunas comerciales contra el rotavirus y varias más están en desarrollo. En África y Asia estas vacunas redujeron la enfermedad aguda entre los bebés alimentados con leche materna​ y los países que han implementado programas nacionales de vacunación han visto una disminución en las tasas y en el nivel de gravedad de la enfermedad.​ Esta vacuna también puede ayudar a prevenir la enfermedad en los niños no vacunados al reducir el número de infecciones en circulación.​ Desde el año 2000, la implementación del programa de vacunación contra el rotavirus en Estados Unidos ha reducido considerablemente el número de casos de diarrea, hasta un 80 por ciento.​ La primera dosis de la vacuna se debe dar a los bebés alimentados con leche materna entre las 6 y 15 semanas de edad.​ Se ha descubierto que la vacuna oral contra el cólera tiene una efectividad de entre el 50 y el 60 % después de 2 años.​

No hay comentarios.: