¿Cómo llevar una vida saludable?

Comiendo saludable

Llevar una vida saludable está estrechamente relacionado con una forma de vida que incluya la práctica habitual de actividad física acompañada de una alimentación saludable. Deporte y salud están muy ligados.
Una dieta equilibrada y el deporte son eficaces para ralentizar los problemas de salud cuando ambos forman parte habitual de tu rutina. El consumo adecuado de nutrientes como las vitaminas, los minerales y las proteínas es esencial para el funcionamiento normal del organismo.
Se recomienda seguir una dieta equilibrada y variada para llevar una vida saludable, si bien no siempre es fácil. Algunos nutrientes como las proteínas, el calcio, la vitamina C y la vitamina D son claves para el mantenimiento de una buena salud muscular, ósea y articular.
Aceptar la vida significa reconocer y asumir los cambios de nuestro cuerpo y las distintas perspectivas de ella. Conocer los aspectos que contribuyen a un buen estado de salud y estar abiertos a descubrir nuevos planteamientos y nuevos hábitos puede ayudarnos a sacar el máximo provecho de la vida.

Las proteínas y su función en una vida saludable

Después del agua, el organismo se compone principalmente de proteínas. De hecho, las proteínas son el componente principal de las células y son esenciales para la vida.
Las proteínas son estructuras complejas: están formadas por diversas unidades más pequeñas denominadas aminoácidos, que están unidos entre sí mediante enlaces químicos que forman una cadena larga. Algunos de estos aminoácidos se denominan “esenciales”, ya que siendo fundamentales para la vida el organismo humano no puede producirlos por sí mismo y deben ingerirse con la alimentación. Nuestro organismo no es capaz de almacenar los aminoácidos del mismo modo que los hidratos de carbono y las grasas, por lo que necesitamos un aporte diario de éstos que conseguimos gracias a las proteínas presentes en nuestra alimentación.

La función de algunas vitaminas y minerales en una vida saludable

El magnesio contribuye a reducir el cansancio y la fatiga, al metabolismo energético normal, al funcionamiento normal del sistema nervioso, los músculos y a la síntesis proteica normal, entre otras funciones.
El potasio contribuye a mantener el funcionamiento normal de los músculos y de una presión sanguínea normal, y se recomienda especialmente si realiza ejercicio de forma regular.
El zinc es un elemento que contribuye a proteger las células del estrés oxidativo.
El selenio, además de ser conocido por sus propiedades como protector de las células frente al daño oxidativo, contribuye al funcionamiento de los músculos.
El hierro, la vitamina C, la riboflavina (vitamina B2), la niacina, la vitamina B6, el ácido fólico, la vitamina B12 y el ácido pantoténico contribuyen a que el metabolismo produzca los niveles normales de energía y combaten la fatiga.
El calcio es un elemento básico de nuestro esqueleto, y contribuye al desarrollo normal de los huesos. El aporte complementario de calcio puede contribuir a mantener una salud ósea adecuada, en especial en personas con una ingesta por debajo del nivel óptimo.
El fósforo es el responsable, entre otras cosas, de una formación ósea saludable.

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